¿Cómo afectará el coronavirus COVID-19 a la moda? Es la gran pregunta que grandes diseñadores y marcas se preguntan. En un momento de crisis tan dramática como la actual donde el miedo al contagio se apodera de nosotros y donde la incertidumbre económica y social reina, es difícil contestar a esta pregunta.

Se necesita una crisis para formar una táctica y la moda no es una excepción. Algunos de los mejores diseños nacieron de la lucha. Coco Chanel creó piezas de alta costura para mujeres a partir de telas forrajeadas cuando los materiales eran escasos durante el período de la Primera Guerra Mundial, como la ropa interior de jersey para hombres. Esto llevó a un gran cambio en la forma de vestir de la mujer, que pasó de llevar corsés sobrios a lucir una vestimenta cómoda. Chanel se convirtió en la marca innovadora para mujeres vencedoras.

¿LA MASCARILLA SERÁ TENDENCIA LOS PRÓXIMOS MESES?

Durante la pandemia de la gripe española de 1918, las mascarillas quirúrgicas se convirtieron en un elemento básico usado en todo momento tanto en interiores como en exteriores debido a su protección esencial. Más de un siglo después nos encontramos en el mismo escenario. Todo parece apuntar a que las mascarillas nos acompañarán durante mucho tiempo y no es de extrañar que surjan muchas marcas donde impregnen la creatividad y la tendencia en este tipo de elementos cuyo principal efecto es el de evitar el contagio. Sin duda será una forma de “normalizar” el uso de esta protección en nuestras vidas.

LA REUTILIZACIÓN COMO ELEMENTO DIFERENCIADOR

La moda escapista de los años treinta y cuarenta se originó en una época de agitación política e incertidumbre futura. Restringido a la reparación y la reutilización, los esfuerzos creativos de reconstrucción se convirtieron en formas de expresión durante estos tiempos de confinamiento.

Todo apunta que tras esta crisis sanitaria vendrá otra social y, sobre todo, económica. En ese punto juega un papel fundamental la reutilización de prendas de vestir y de reparar productos de moda que pensábamos eliminar de nuestro armario.

Muchos expertos apuntan a que este verano veremos las calles plagadas de verdadera creatividad en la moda ya que este confinamiento está descubriendo en muchos ciudadanos y ciudadanas su lado más creativo.

CALIDAD FRENTE A CANTIDAD

La crisis en la que nos encontramos ahora indudablemente iniciará un cambio en la forma en que interpretamos la moda. Al igual que el efecto de las guerras mundiales y las pandemias pasadas, nosotros también tendremos que centrarnos en la calidad sobre la cantidad, en la practicidad sobre la vanidad.

Esta es una llamada de atención tanto a consumidores, como para la industria en general. La amenaza que esta pandemia tiene sobre nuestras cabezas es una llamada a la acción para que la industria de la moda desacelere, se aleje de la producción en masa y cambie de dirección, antes de que se presente un problema aún mayor.

Sara Maino, deputy Editor in Chief of Vogue Italia y directora de Vogue Talents, ha declarado recientemente: “No hemos respetado el planeta hasta ahora y de alguna manera esta [pandemia] es un mensaje y desafortunadamente es un mensaje muy, muy pesado. El cambio tenía que hacerse. Todos pensaron que el cambio sucedería gradualmente, pero ese no es el caso. El cambio tiene que hacerse ahora, y rápidamente” (Vogue, 2020). Con tantas mentes unidas en un sentido de camaradería y, por una vez, el tiempo en nuestras manos, el bloqueo nos ha ofrecido la oportunidad de volver a nuestros tableros de dibujo.

RALENTIZACIÓN DE LA MODA

Aunque aún no existen informes oficiales sobre el efecto de la pandemia del COVI-19 en la moda, todo apunta a una incertidumbre, sobre todo, de cara al otoño/invierno 2020/21 y al verano del 2021. Un tercio del planeta, actualmente, está confinado en sus casas. La industria está parada o en hibernación. La dependencia de unos países de otros para el aprovisionamiento de productos o materiales origina confusión sobre las tendencias de las próximas temporadas.

Ya se habla de una reindustrialización de países donde la producción de moda y materiales se desvió hacia países donde era más rápido y más barato producir. Ahora, es necesario un resurgimiento la fabricación en los países de origen para no tener esa dependencia absoluta de terceros países. Un hecho que va a ser muy bien acogido por los fabricantes locales que en los últimos años han visto como su negocio disminuía.

Para afrontar esta crisis del sector, es esencial concienciar sobre el valor del producto nacional, invertir en formación y recuperar oficios que se están perdiendo. Se trata de un abordaje en profundidad.

UN FUTURO INCIERTO

Sin duda, nadie se atreve a lanzar afirmaciones sobre lo que pasará con el sector de la moda. Aunque esté actualmente inmerso en una profunda crisis, es cierto que esta pandemia está aflorando muchos otros beneficios para el sector como es la futura fabricación local, el slow fashion, la fabricación tradicional y, sin duda, la venta por internet. Si algo muy bueno para la industria ha tenido esta pandemia es que los ciudadanos están perdiendo el miedo a comprar por internet. Este hecho garantizará en los próximos años un incremento notable de las ventas en comercio electrónico. ¿Está la industria preparada ante todos los cambios que nos esperan?

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