Si a algo nos obligó esta terrible pandemia fue a parar. De todo lo malo hay siempre algo positivo. Durante varias semanas paramos y ese parón nos ayudó a conocernos, a relacionarnos de otra forma, a vivir momentos únicos con nuestra familia, a querernos, a escucharnos y sobre todo a ser más humanos. La vida urbana generalmente es muy acelerada, más bien atropellada. No tenemos tiempo ni para nosotros. Vamos rápido de un lado a otro. Apretamos nuestra agenda lo máximo posible para abarcar todo y más. Pero, ante todo, perdemos muchos hábitos saludables que merman nuestra calidad de vida. Quizás cosas tan insignificantes que afectan negativamente a nuestra vida. Por ello, hoy vamos a analizar 8 hábitos saludables para los más urbanos.

La vida urbana es bastante loca y puede convertirse en algo estresante para aquellas personas que son desorganizadas y no han aprendido a generar buenos hábitos. Costumbres y rutinas poco sanas: llevar una vida sedentaria, comer demasiada comida rápida, dormir poco, abusar de elementos como el alcohol, los cigarrillos o la TV, son, tristemente, características de vivir en la ciudad.

Aunque la pandemia nos cambió muchos hábitos, hay algunos de ellos que han empeorado porque no hemos sabido aprovechar ese tiempo que nos ofreció la naturaleza para nosotros mismos. Otros, sin embargo, si han aprovechado esta gran oportunidad y sus hábitos han cambiado para mucho mejor. Porque esta “nueva normalidad” ha impulsado también a la gente a lavarse las manos mejor y más veces, usar mascarilla, mantener distancia, y también a poner más énfasis en la limpieza y desinfección de la casa.

HÁBITOS SALUDABLES

Aunque vivir en la ciudad es sinónimo de mayor estrés, no podemos dejar que ese estrés irrumpe en nuestra casa. Es bueno que hagamos de nuestra casa un perfecto oasis donde dejar atrás todo lo malo del día, buscar ese momento relajado, de manera que permanezcas saludable tanto física como emocionalmente. ¿Cómo conseguirlo?

MANTENTO ACTIVO O ACTIVA

Aunque lo hayas escucha mil y una veces, lo mejor para llevar una vida saludable es mantenerte activo. La actividad física es fundamental para equilibrar cuerpo y mente. Hay un término medio entre machacarte en el gimnasio y llevar una vida totalmente sedentaria. Busca esa actividad física que más te guste, con la que disfrutes. Por ejemplo, sal a correr, a andar, haz yoga, practica algún deporte colectivo, apúntate a bailar… Se trata de ejercitar nuestro cuerpo porque nos ayudará a reducir el estrés y a mejorar nuestra salud mental. Empieza hoy mejor que mañana.

COME MÁS COMIDA CASERA

Generalmente, la falta de tiempo nos hace caer en la tentación de acudir a comida rápida. Tenemos poco tiempo y queremos comer algo rápido y generalmente barato. Los restaurantes de comida rápida inundan nuestras ciudades. Pero esa inundación no significa que tengamos que acudir a ellos para alimentarnos. Es recomendable organizar bien tu tiempo para que tu dieta se base más en comida casera, natural y equilibrada.

Puede que no cuentes con mucho tiempo para cocinar, pero si te organizas, puedes definir días de la semana en que cocines para varios días. Además de ahorrar dinero, comerás mejor, pues sabrás la procedencia y calidad de tus alimentos, y podrás controlar las porciones y niveles de azúcar, frituras y otras comidas poco saludables.

Todo es cuestión de organización, la pereza es nuestra peor aliada.

COMUNÍCATE MÁS Y MEJOR

¿Ya habéis olvidado las eternas comunicaciones que manteníamos durante el confinamiento? Pasábamos muchas horas hablando con familiares y amigos. Incluso con los que menos hablabas habitualmente. Estas largas conversaciones nos ayudaron a conocernos mal, a conocer más a las personas que nos rodean. ¿Por qué no convertirlo en un hábito?

Todos tenemos la excusa perfecta para comunicarnos poco con los demás: la falta de tiempo. Siempre acudimos a esta frase cuando alguien nos reclama. Como siempre, hay tiempo para todo. Aprovecha cualquier hueco del día para hablar con tu madre, padre, hermanos o amigos. Preocúpate por ellos. No se trata de llamadas o conversaciones de compromiso. Es necesario hablar de lo que nos pasa, de cómo nos sentimos al igual que es necesario escuchar a los demás y preocuparse por aquello que les pase.

No se trata de cantidad, se trata de calidad. Evita aislarte, esto te ayudará a mantenerte saludable emocionalmente, y conectado con los que quieres, en especial si vives sol@. El mero hecho de sentirte cerca de tus seres queridos te subirá el ánimo.

TOMA EL SOL

Si algo increíble tenemos en España es el sol. Lo sano que es el sol y cómo afecta positivamente a nuestra salud. La vitamina D es sumamente importante para la salud. Qué mejor forma de obtenerla que a través del sol. El sol nos ofrece la mayor fuente de vitamina D de forma natural que se absorbe a través de la piel.

La deficiencia de esta vitamina puede producir debilitamiento de los huesos e incluso depresión, por lo que no debes olvidar tomar el sol unos 15-20 minutos, 3 a 4 veces por semana, aunque resguardando las precauciones que conlleva esta exposición. ¡Cuidado! No abuses e intenta esquivar las horas centrales del día donde el sol puede ser perjudicial.

DUERME BIEN Y DESCANSA MEJOR

Otro de los hábitos saludables es el dencanso. Es el único que nos reconforta del ajetreo del día. La falta de descanso puede afectar negativamente a nuestra salud. Como sabemos, hay que descansar al menos 7-8 horas al día consiguiendo que ese descanso sea reparador. No basta con dormir si ese descanso no reconforta nuestro cuerpo. Evita trasnochar y el uso de aparatos electrónicos como el teléfono o videojuegos antes de irte a la cama, así como estimulantes como el café justo antes de dormir.

EL AGUA COMO FUENTE DE VIDA

Bebe mucha agua. Estar bien hidratado es esencial para regular el organismo y depurar toxinas. Además, tus articulaciones se beneficiarán y mantendrás a raya la oxidación.

Los médicos recomiendan beber al menos ocho vasos de agua al día, que esto puede equivaler entre 1 y 2 litros de agua al día. Ofrece un efecto saciante y nos ayuda a hidratarnos que es lo que necesitamos para que el cuerpo funcione correctamente.

RELAJA TU CEREBRO

¿Has oído hablar del Mindfulness? Esta práctica nos quiere recordar que todo lo que hacemos, se puede hacer mejor desde la relajación. Algunos lo llaman meditar, pero básicamente consiste en no hacer nada, ni pensar nada, durante diez minutos seguidos. Algo que suena tan sencillo pero que requiere de práctica. En casa, en el trabajo o en el metro, a la hora de levantarte o en el momento en que sientas agobio… detente, cierra los ojos e intenta dejar tu mente vacía durante unos minutos. Sólo con hacer este pequeño gesto sentirás que tus niveles de ansiedad se reducen y empiezas a ver las cosas de otra manera.

HIGIENE CORPORAL Y DE LA CASA

El último de los hábitos saludables que analizamos es relativo a la higiene corporal y de la casa. El hogar en la ciudad debe ser un reflejo de la salud de nuestro organismo. Por ello, la limpieza y el orden es fundamental. Utiliza desinfectantes para el piso, y para los objetos de uso frecuente, como tu móvil, llaves, entre otros. El aseo de la casa es importante también para prevenir contagios.

Al igual que mantener el hogar en orden es fundamental, también lo es la higiene corporal. Otra manera de estar mejor y vivir de manera saludable es mantener una buena higiene tanto exterior como interior. Y esto incluye tener especial cuidado con nuestra salud bucal con el fin de que no se desarrollen problemas en los dientes.

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